Durante 10 años de fidelidad a toda prueba, esta linda pekinesita escocesa cuidó de la familia con verdadero celo. Nos velaba y acompañaba en nuestras enfermedades, nos esperaba pacientemente a que llegáramos a casa después del estudio o trabajo. Y cada saludo en dos patitas expresaba su alegría por sabernos seguros en el hogar.
A pesar del tiempo transcurrido, pues volvió al cielo en 1997, no dejamos de recordar el golpeteo de sus uñitas en el piso de las escaleras cuando subía o bajaba precipitadamente, para saludar al que llegaba o ahuyentar al extraño. O sus suaves llamados a la puerta, rasgando apenas con sus patitas, para que acudiéramos a abrirle de inmediato.
Compañera de infancia y adolescencia, testigo de tantas y diversas experiencias... ahora estás nuevamente con los demás ángeles, eres seguramente la angelita renegonita y linda que está pendiente de todo lo que pasa. Así te recordamos, y así te seguimos queriendo, esperando el día en que el Señor permita que estemos juntos otra vez.
A pesar del tiempo transcurrido, pues volvió al cielo en 1997, no dejamos de recordar el golpeteo de sus uñitas en el piso de las escaleras cuando subía o bajaba precipitadamente, para saludar al que llegaba o ahuyentar al extraño. O sus suaves llamados a la puerta, rasgando apenas con sus patitas, para que acudiéramos a abrirle de inmediato.
Compañera de infancia y adolescencia, testigo de tantas y diversas experiencias... ahora estás nuevamente con los demás ángeles, eres seguramente la angelita renegonita y linda que está pendiente de todo lo que pasa. Así te recordamos, y así te seguimos queriendo, esperando el día en que el Señor permita que estemos juntos otra vez.
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