Hace 11 años te fuiste al cielo.
Nunca olvidaré aquella madrugada, mi primera noche en casa después de que me dieran de alta. Desperté y giré mi cabeza a la izquierda. Estabas tú sentadita cual esfinge, velando mi sueño sobre mi almohada preferida.
Gracias, Motita, por todo tu cariño, por tu lealtad y tu presencia en nuestras vidas.
Nunca olvidaré aquella madrugada, mi primera noche en casa después de que me dieran de alta. Desperté y giré mi cabeza a la izquierda. Estabas tú sentadita cual esfinge, velando mi sueño sobre mi almohada preferida.
Gracias, Motita, por todo tu cariño, por tu lealtad y tu presencia en nuestras vidas.